
La época de vendimia es especial para los bodegueros, los viticultores y desde hace algún tiempo para los propios compradores y consumidores de vino. Las instalaciones de las bodegas han abierto sus puertas para que se pueda ver como se elabora el vino.
Este tipo de visitas en otro tipo de empresas sería impensable. A nadie se le ocurriría poder visitar una empresa y ver como se hace la producción de los coches que luego estarán en el concesionario. Al menos, yo no me lo he planteado, ni he ido a verlo.
La dificultad de poder visitar una bodega en el momento en el que se están elaborando sus vinos es máxima. No debemos olvidar que hay una serie de personas trabajando tanto fuera como dentro de las instalaciones para que más adelante salga al mercado el mejor producto posible.
En no pocas ocasiones, los empleados de la bodega ven una molestia que haya gente transitando por las instalaciones dedicadas a recibir la uva, seleccionarla, despalillarla, llevarla a los depósitos y controlar su fermentación. Se están acostumbrando tanto los profesionales como los visitantes a este hecho.
Es posible que la experiencia de poder ver como se elabora un vino concreto nos vincule emocionalmente más él, a su marca. Esto es lo que aprovechan las bdoegas y también lo que desean los consumidores. A todos nos gusta en una cena de amigos contar como se hace un vino y cuál es su historia. Así que, a visitar bodegas durante la vendimia, pero con respeto por los que trabajan dentro.